Febrero 3, 2022. Los hoteles son la primera impresión que los turistas tienen de un país, por eso, suelen ofrecer muy buena gastronomía con productos de alta calidad; sin embargo, muchas veces, el café se deja de lado y ofrecen granos comerciales. En consecuencia, el café de los hoteles, generalmente, tiene una mala reputación.
Durante los últimos años, con el auge del café de especialidad e información más accesible, el cliente se ha vuelto más exigente con la calidad. En ese contexto, hoteles y restaurantes deberían considerar cambiar su propuesta gastronómica para adaptarse a las nuevas demandas. Encontrar café de especialidad en estos lugares parece una misión imposible, incluso, en los hoteles de los países de origen.
¿Cómo los hoteles pueden agregar valor a la experiencia que tienen los turistas al visitar países de origen?, ¿cómo esto beneficia a los viajeros y al posicionamiento internacional de los destinos cómo países productores de café de especialidad? Para responder estos interrogantes hablé con Aldo Annese, director de investigación y desarrollo de tres hoteles; con Victoria Koyner, catadora profesional y de cuarta generación de caficultores, y con Francisco Altieri, líder de procesos en finca y de las relaciones con los clientes. Sigue leyendo para saber qué me dijeron.
¿Cómo ofrecerles café de especialidad a los turistas?
Los turistas, antes de visitar un país suelen investigar sobre él, ver cuáles son sus productos más conocidos y los lugares a visitar. Cuando los destinos son ciertos países de Latinoamérica, una de las primeras asociaciones que se hace es al café, al buen café.
“Los hoteles son los primeros embajadores y anfitriones de los turistas”, afirma Aldo Annese. En los hoteles, el viajero no solo debería recibir un buen hospedaje, también, debería poder disfrutar de los mejores productos locales. Muchas veces el café se ve como algo aparte pero se debería considerar como otro factor de la experiencia, como un valor agregado, dice Aldo.
¿Qué podemos hacer entonces para revertir esta situación? Una posibilidad podría ser ofrecerles a los turistas un café de especialidad local como regalo de bienvenida y contarles un poco sobre su historia.
Otra buena opción es tener una barra de café de especialidad con baristas educados sobre el tema y entrenados en hacer buen café. Tal como hizo Aldo en sus tres hoteles, uno ubicado en Costa Rica y los otros dos en Guatemala. En ellos, los turistas pueden vivir la experiencia de tomar café de especialidad en un país de origen y sin necesidad de desplazarse.
En su mayoría, los turistas vienen con una mala educación sobre el café, al visitar un país de origen tienen la posibilidad de acceder a café local y de especialidad; invertir en una buena barra de café es, también, invertir en educación para obtener futuros consumidores de café más exigentes y conscientes.
Por su parte, Victoria Koyner nos cuenta que el turista viene al país con ciertas expectativas y el primer nexo que tiene es el hotel. Por eso, deben comunicar y transmitir el valor del producto que están ofreciendo al momento de servirlo para completar la experiencia.
Ofrecer café de especialidad como parte del proceso educativo de los consumidores
Ofrecer un café de mejor calidad en estructuras como hoteles y restaurantes podrá contribuir a posicionar el país de manera internacional como productor de café. Generar curiosidad en el consumidor sobre el origen de su café es otro beneficio de tener café de alta calidad. “Al ofrecer un buen café en hoteles se da un glimpse de las culturas y del país de origen”, dice Francisco Altieri.
“Dar a conocer el perfil de un café del país puede añadir muchísimo a la imagen del país”, afirma Victoria. De esta forma, se pueden atraer más turistas curiosos de conocer el gran producto que ofrecen. Por ejemplo, ella agrega que en Panamá el segundo producto más conocido que tienen es el café pero, muchas veces, se exporta y esto impide transmitir el valor del producto tanto a los panameños, para que consuman café de especialidad, como a los turistas.
El café de especialidad ha tenido muchos avances en los últimos años, por ejemplo, con tecnologías que ayudan a la recolección en finca y con métodos experimentales de fermentación que permiten resaltar notas y aromas de los granos que antes era difícil de lograr.
“La tarea de la comunidad cafetalera y de los caficultores es poder educar a los consumidores”, afirma Victoria, pero no siempre es fácil. Por eso, es necesario tener nexos como los hoteles, en ellos todos los años se hospeda una gran cantidad de turistas con interés de probar lo mejor que tiene para ofrecer el país en su gastronomía.
En la mayoría de los casos, los mismos lugares que son visitados por turistas también son visitados por locales, como los restaurantes de los hoteles, en consecuencia, al ofrecer un café de alta calidad no solo se educa al consumidor extranjero sino al local, lo que termina por incrementar el consumo interno.
Es necesario apuntar a que el turista compre café del país para llevarlo a su casa cuando vuelva; también, a que conozca la historia detrás de ese café, sepa de dónde viene y todo el proceso por el que pasó. Así, al momento de comprar sus granos podrá entender el valor que tiene el producto que está pagando.
¿Cómo pueden ayudar los gobiernos?
“El gobierno debería poder crear un nexo entre las estructuras, hoteles y restaurantes y los productores para que se pueda facilitar el hecho de ofrecer café de especialidad a los turistas”, sostiene Victoria. Obviamente esto puede conllevar a un aumento de gastos para la estructuras pero una solución puede ser que esto se incentive con un plan del gobierno como se hizo en Guatemala en el 2021. Se creó una alianza, de dos años, entre el sector turístico y Anacafé para aumentar el consumo interno y para fomentar el turismo, específicamente hacia el café, y alcanzar un mejor posicionamiento del país como productor a nivel internacional.
Por otra parte, como señala Francisco, ofrecer café de baja calidad en estructuras tan turísticas y con tanto alcance como los hoteles “es desperdiciar oportunidades de mercadeo y ventas”.
Si queremos lograr que cada vez más personas valoren y estén dispuestas a pagar el precio justo por el café, es necesario transmitir la historia y el trabajo humano que hay detrás, encender la chispa de la curiosidad.
Ofrecer café de especialidad en los países de origen no solo significa darle al turista una experiencia mucho más completa sino que crea un atractivo turístico más sólido para el país y fomenta el nicho del café de especialidad. Además, puede contribuir a fortalecer la identidad cafetalera y posicionar al país como productor de café de especialidad de manera internacional.
Por ejemplo, en Panamá entre el 2020 y el 2021 el número de visitantes al país disminuyó enormemente, un 70 %, sobre todo de los países que podrían ser potenciales clientes del buen café panameño como Estados Unidos. El gobierno, dice Francisco, podría ayudar organizando ferias y catas internacionales para reivindicar el segundo producto más importante del país. Asimismo, señala que “no siempre significa que de una visita se genere una venta pero sí resultan más personas conocedoras de nuestro café, marca y país”.
Ofrecer café local, además de los platos típicos, puede contribuir a preservar y a transmitir la cultura. A su vez, les permite a los hoteles y restaurantes ofrecer un producto más fresco, de mejor calidad y acortar, quizás, esa distancia que hay entre el consumidor y el productor.
Fuente: Perfect Daily Grind
0 comentarios:
Publicar un comentario